El inicio de la gira sobre césped no trajo buenas noticias para los argentinos. Tomás Etcheverry (62° del ranking ATP) tuvo una rápida eliminación en el ATP 250 de S-Hertogenbosch, Países Bajos, al caer en su presentación ante el finlandés Otto Virtanen (101°) por 7-6(6) y 7-5, en poco más de dos horas hora de juego.
El platense, que venía de disputar Roland Garros sin lograr superar la primera ronda, no encontró sensaciones en una superficie que históricamente le resulta incómoda. Virtanen, quien ingresó al torneo con un Wild Card, impuso condiciones desde el arranque, con un servicio contundente y devoluciones agresivas que le negaron ritmo a Etcheverry.
A pesar de ser el favorito, el argentino estuvo errático con su primer saque (apenas 58% de efectividad), cometió múltiples errores no forzados desde el fondo y nunca pudo tomar el control del peloteo. El escandinavo aprovechó cada oportunidad: quebró en cuatro de seis ocasiones.
Etcheverry, quien no defiende puntos de la gira europea previa a Wimbledon, tendrá que ajustar su juego para adaptarse mejor al pasto, una superficie que exige cambios de apoyo más rápidos, mayor uso del slice y precisión en los primeros tiros.
Con esta derrota, la legión argentina en césped aún no logra despegar, evidenciando las dificultades que representa esta parte del calendario para los jugadores sudamericanos, formados en su mayoría sobre polvo de ladrillo. La adaptación técnica y táctica sigue siendo una deuda pendiente para varios.
Ahora, Etcheverry se enfocará en encontrar confianza y sensaciones en los pocos torneos disponibles antes de Wimbledon. Su evolución en este tipo de superficies será clave si quiere mantenerse competitivo en la gira completa del circuito ATP.