El AC Milan atraviesa uno de sus momentos más críticos en los últimos años. La afición organizada del club lombardo, ubicada tradicionalmente en el fondo sur del estadio San Siro y considerada como la de mayor peso e influencia en las gradas, decidió tomar medidas drásticas para expresar su profundo malestar con la situación actual del equipo.
En un acto de protesta sin precedentes, los ultras milanistas optaron por no entrar al estadio durante los primeros 15 minutos del partido contra la Lazio, dejando completamente vacío el fondo sur, sector que habitualmente presenta un aspecto imponente por su colorido y fervor. Esta decisión, similar a la que tomó hace unos meses la afición de la Roma tras el despido de Daniele De Rossi, evidencia el nivel de descontento que existe entre los seguidores rossoneri.
La única presencia visible durante esos primeros minutos fue una pancarta gigante con un mensaje contundente: «Solo por la camiseta», dejando claro que su apoyo se mantiene únicamente por amor a los colores y no por la gestión actual o los resultados del equipo.
Comunicado y amenazas de nuevas protestas
A través de un comunicado publicado en redes sociales, los grupos más radicales de la hinchada milanista no solo arremetieron contra la directiva del club, sino que también advirtieron que, de no observar cambios significativos en el rumbo del equipo, mantendrían este tipo de protestas e incluso podrían intensificarlas en el futuro.
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Una temporada para olvidar
La situación deportiva del Milan es insostenible. A falta de solo 11 jornadas para el final de la Serie A, el equipo se encuentra en novena posición, a 9 puntos de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones, lo que complica enormemente sus posibilidades de participar en la máxima competición europea la próxima temporada.
Ni la llegada del técnico portugués Sergio Conceicao, ni los fichajes realizados durante el mercado de invierno como Walker, Joao Félix o Santi Giménez, han logrado revertir la situación. El equipo fue eliminado de la Champions League después de desperdiciar oportunidades claras para avanzar, tanto en la fase de grupos contra el Dinamo Zagreb como en el play-off frente al Feyenoord.
En la Serie A, las recientes derrotas contra Torino, Bolonia y ahora Lazio han agravado la crisis. La única competición en la que el Milan mantiene opciones es la Copa Italia, donde se enfrentará al Inter de Milán en semifinales, en una eliminatoria que podría ser clave para asegurar su participación en competiciones europeas la próxima temporada.
Tensión máxima en San Siro
El partido contra la Lazio reflejó perfectamente el ambiente de crispación que se vive en el entorno milanista. Con medio estadio vacío durante los primeros minutos, los aficionados presentes reaccionaron con una sonora pitada tras ver cómo el equipo rival generaba dos claras ocasiones de gol.
Cuando la afición organizada finalmente ingresó al estadio, lo hizo entonando cánticos contra Gerry Cardinale, propietario del fondo estadounidense RedBird Capital que controla el club. La situación empeoró con el gol de Mattia Zaccagni y la posterior expulsión del defensor serbio Strahinja Pavlovlic.
Aunque el Milan consiguió empatar en el minuto 85 gracias a Samu Chukwueze, acabó perdiendo el partido en el último minuto (98′) después de que Pedro Rodríguez transformara un penalti cometido por el portero francés Mike Maignan sobre Gustav Isaksen.
Conceicao pide apoyo, Leao cierra filas
Tras el encuentro, el entrenador Sergio Conceicao reconoció la difícil situación que atraviesa el equipo: «Los jugadores sienten lo que ocurre alrededor del club. Es la primera vez que entreno en un entorno así y eso provoca que el balón queme más, que no salgan regates ni pases…»
Por su parte, el delantero portugués Rafael Leao mostró su apoyo al vestuario con un mensaje en Instagram: «Lamentablemente somos nosotros contra todo y contra todos. Estamos trabajando para volver a obtener resultados positivos y el grupo seguirá más unido que nunca!»
El Milan, que todavía no ha nombrado un nuevo director deportivo tras el despido de Paolo Maldini, necesitará un milagro para salvar la temporada. La continuidad de Conceicao y de muchos jugadores estará seriamente cuestionada de cara al próximo verano si no se produce un cambio radical en los próximos partidos.
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