La imagen, registrada en la TV bangladesí el sábado, puede parecer extraña, incluso para los propios argentinos que no suelen ver a sus presentadores de noticias usando en cámara la camiseta de la selección. Pero para los 168 millones de habitantes de Bangladesh, una pequeña nación asiática ubicada a más de 17.000 kilómetros de Argentina, se ha vuelto una rutina cada vez que juega la albiceleste.
En Bangladesh hay una locura por la Selección Argentina y no se trata solo de la presentadora de las noticias, cuando juega la Scaloneta hay aglomeraciones de miles de hinchas para presenciar los encuentros. En el partido contra México, que comenzó a la una de la madrugada y terminó a las tres, millones de personas llenaron las plazas donde había pantallas gigantes trasmitiendo el partido.
¿De dónde viene la pasión?
La locura por la selección argentina se gestó en Bangladesh durante el Mundial que se jugó en México en 1986. En aquel certamen, muchos bangladesíes quedaron prendados de la actuación de Diego Armando Maradona, que lideró a su equipo en la consecución del título.
Su partido más memorable, el de la “mano de Dios” y el “gol del siglo” contra Inglaterra en cuartos de final, marcó a una generación.
“La mano de Dios generó también un feroz debate aquí, aunque la mayoría decidió ignorarla porque la memoria de la guerra de las Malvinas (o Falklands) seguía viva en la mente de los bangladesíes”, relata una columna del periódico nacional Dhaka Tribune.
Dicho conflicto enfrentó a Inglaterra y Argentina en 1982. La victoria de la albiceleste en 1986 fue vista por muchos como una reivindicación contra el poderío británico.
Un sentimiento que fue compartido también en Bangladesh, que por casi 200 años, hasta 1947, fue parte de la antigua India colonial bajo el control británico.
Pero lo cierto es que el fútbol es una fiesta en este país gracias a este fervor: los millones de aficionados de Argentina colocan las banderas en sus casas y desfilan por las calles con sus camisetas.