Carlos Alcaraz (2° del ranking ATP) tuvo que trabajar más de la cuenta, pero sacó adelante un partido de alto voltaje ante el alemán Jan-Lennard Struff (72°) y se metió en los octavos de final de Wimbledon 2025. Fue victoria del español por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4 en dos horas y 25 minutos de juego, en un duelo cargado de cambios tácticos, momentos de tensión y mucha exigencia física.
El murciano arrancó el partido con una versión demoledora: metió primeros saques con precisión (por encima del 70%), fue agresivo con su derecha paralela y se mostró suelto desde la devolución. En apenas media hora liquidó el primer set por 6-1, sin ceder break points y dominando desde todos los sectores de la cancha. Struff no lograba incomodarlo ni con su servicio ni con sus subidas a la red.
Pero en el segundo parcial todo cambió. El alemán ajustó su estrategia, buscó más variantes y empezó a presionar con su potente primer saque. Alcaraz bajó un poco la intensidad, cometió errores desde el fondo y cedió el quiebre en el tercer game. Struff se plantó con autoridad, defendió bien la ventaja y se quedó con el set por 6-3, igualando el encuentro y obligando a Carlitos a recalcular.
El tercer set fue clave. Alcaraz volvió a elevar su nivel: recuperó profundidad con sus tiros, utilizó más el slice para cortar el ritmo y mostró una gran capacidad de reacción física. En el cuarto game consiguió el break tras una serie de devoluciones profundas que forzaron el error del alemán. A partir de ahí, manejó el score con autoridad y cerró el set por 6-3, retomando el control del match.
Ya en el cuarto parcial, con el partido muy parejo, el español encontró el quiebre determinante en el 3-3. Construyó el game con paciencia, variando alturas y velocidades, hasta que con un drop shot milimétrico generó la oportunidad y la aprovechó con una derecha cruzada letal. Luego sostuvo su saque con solidez y selló el triunfo con un 6-4 que lo mete entre los 16 mejores del certamen.
A nivel técnico, Alcaraz ganó el 80% de los puntos con su primer servicio, conectó más de 30 tiros ganadores y cometió pocos errores no forzados en los momentos clave. También fue clave su juego de piernas: se lo vio muy firme en desplazamientos laterales, algo vital para responder a la potencia de Struff, sobre todo en césped.
Con este triunfo, Alcaraz suma 21 victorias consecutivas en Grand Slams y 17 partidos seguidos ganados en Wimbledon. Ahora enfrentará en octavos al ruso Andrey Rublev, un rival peligroso desde el fondo pero que todavía no logró vencerlo en el historial. Será la primera vez que se enfrenten sobre pasto.
El español va de menor a mayor en el torneo y, aunque sufrió por momentos, mostró esa capacidad tan suya de cambiar la dinámica del partido con variantes tácticas, temple mental y una enorme capacidad física. Wimbledon lo vuelve a ver avanzar, y el camino hacia un nuevo título sigue firme.