En un encuentro correspondiente a la fecha 20 de la Primera Nacional, Mitre de Santiago del Estero se puso en ventaja con un gol de Cristian Díaz a los 28 minutos del segundo tiempo. Sin embargo, la alegría visitante duró poco.
A los 34 minutos, el árbitro Felipe Viola decidió suspender el partido debido a graves incidentes protagonizados por sectores de la hinchada local. Los simpatizantes de Colón rompieron el alambrado perimetral y comenzaron a arrojar proyectiles hacia el campo de juego, lo que generó un clima de alta tensión y peligro.
Ante esta situación, los jugadores de Mitre lograron retirarse rápidamente del campo, pero el plantel de Colón quedó retenido varios minutos en el centro de la cancha. La agresividad de algunos sectores de la tribuna no les permitía avanzar hacia los vestuarios.
Por tal motivo, la policía tuvo que intervenir con un operativo riguroso, formando un “escudo humano” para proteger a los futbolistas locales mientras los escoltaba fuera del campo. Para dispersar a los hinchas violentos, se utilizaron balas de goma, gas pimienta y cañones de agua.
Colón atraviesa una profunda crisis institucional y deportiva, reflejada en las recientes renuncias del director deportivo Iván Moreno y de Fabianesi, lo que agrava la situación del club y el malestar de sus seguidores.
En la tabla de posiciones, Colón se ubica 15° con 21 puntos, mientras que Mitre está 12° con 25 unidades.
El partido se reanudará hoy, martes 1 de julio, a las 11 horas, a puertas cerradas y bajo estrictas medidas de seguridad.
Este nuevo episodio de violencia evidencia los desafíos que enfrenta el fútbol argentino en materia de seguridad y manejo de público.