Jannik Sinner (1° del mundo) fue una máquina en la tercera ronda de Wimbledon. El italiano superó a Pedro Martínez (52° ATP) en sets corridos, con un contundente 6‑1, 6‑3 y 6‑1 en apenas 1 h 55 minutos en la Cancha Central.
El número uno del ranking mostró un saque demoledor: conectó 11 aces, mantuvo la cabeza fría y no afrontó un solo break-point. Aprovechó más del 80 % de los puntos cuando entró con el primer saque. Ese fue el norte de su juego: sacar bien y controlar el punto desde el primer golpe.
Desde la línea de fondo, Sinner castigó con su drive profundo cruzado y revés firme. En el segundo game del primer set incomodó con una devolución angulada que dejó a Martínez sin reacción y le permitió quebrar. De ahí en adelante reguló su saque, ganó el set 6‑1 sin miramientos. El español, que arrastraba molestias en el hombro derecho, mostró su carácter: en el tercer juego del segundo set logró cuatro break-points consecutivos. Sinner, con su óptima mezcla de consistencia y agresividad, defendió con un passing brillante y levantando bolas intensas de Martínez, y cerró el set 6‑3.
El desgaste físico se notó en Martínez. Sinner apretó el acelerador: arrancó con un quiebre en el segundo game con una derecha cruzada impecable, tomó control total del partido, y cerró 6‑1. Fue un rosco moral que selló su pase a los octavos con un total de solo 17 juegos concedidos en 3 partidos (promedio inferior a 2 juegos por set), récord en la Era Abierta.
Con su triunfo, Sinner alcanzó 17 octavos de Grand Slam, superando al legendario Nicola Pietrangeli como el italiano con más e intentos en esta instancia. El próximo rival saldrá del duelo entre Grigor Dimitrov y Sebastian Ofner en cuarto ronda.