Djokovic sufre pero sigue firme: debut exigente y pase a segunda ronda en Wimbledon

0
15

Novak Djokovic (6° ATP) protagonizó un arranque turbulento en Wimbledon 2025, pero finalmente se impuso al francés Alexandre Muller, 6‑1, 6‑7(7), 6‑2 y 6‑2, tras poco más de tres horas de batalla en la Cancha Central.

Djokovic se adueñó del parcial inicial con autoridad: dominó desde el saque (más del 75 % de primeros servicios) y reguló casi sin errores, cerrando el set rápidamente 6‑1. Muller ni siquiera tuvo una bola de quiebre, y Nole mostró su versión más certera en pasto.

Ya en el segundo set, Djokovic evidenció molestias físicas. Se lo vio conteniéndose el estómago y requirió asistencia médica al terminar el tercer game, lo que le hizo perder ritmo y concentración . Muller lo aprovechó: fue regular desde el fondo, puso slices inteligentes y ganó el tie-break 9‑7, llevándose el set 7‑6 .

Tras recibir medicación, Djokovic mejoró sustancialmente su movilidad y soltura. El tercer set fue suyo 6‑2: leyó bien el servicio de Muller, ganó devoluciones en la subida y logró el break. En el cuarto, consolidó su superioridad: atacó con drive paralelo, cerró el saque con volea y selló el partido 6‑2.

Djokovic mantuvo arriba del 70 %, permitió pocas devoluciones. El viral gesto del serbio tapándose el estómago tras elevar la intensidad fue un foco de atención. Tras pedir asistencia, Denis recibió líquidos y antiinflamatorios, lo cual fue clave para sostener su nivel.

En la segunda ronda, Djokovic enfrentará al británico Daniel Evans, ganador sobre Jay Clarke por 6‑1, 7‑5 y 6‑2. El serbio buscará mayor fluidez para evitar que un debut complejo se repita en fases decisivas.

Desde mi punto de vista, Djokovic arrancó sólido, controlando bien los intercambios desde el fondo, con su devolución agresiva y pasos rápidos en césped. Pero el malestar estomacal lo frenó en seco en el segundo set: perdió ritmo, cometió errores y cedió la manga.

El quiebre emocional llegó en el cambio de lado tras ese parcial: volvió a la cancha más agresivo, con mayor proyección al net tras sus bombazos y resolviendo mejor los puntos clave. El quiebre en el quinto game del tercer set fue una bisagra: de ahí en más, dominó la cancha, y cerró el partido desde la inteligencia táctica, priorizando golpes planos y saque efectivo.