Un penal en el segundo tiempo suplementario le dio al Chelsea su primer título del Mundial de Clubes. Fue una agónica victoria 2-1 sobre Palmeiras, campeón sudamericano, este 12 de febrero de 2022. El partido se disputó en el estadio Mohammed Bin Zayed, de Emiratos Árabes.
Chelsea, en una equilibrada final, se impuso este sábado por 2-1 al Palmeiras, bicampeón de la Copa Libertadores, y conquistó en Emiratos Árabes Unidos el título del Mundial de Clubes.
Los goles del monarca de la Champions League fueron convertidos por el belga Romelu Lukaku y el alemán Kai Havertz, de penal, mientras que Raphael Veiga, también desde los 11 metros, descontó por el Palmeiras.
Los dos equipos llegaron a la final con la frustración de haber perdido el título en ediciones anteriores. Chelsea había caído en 2012 justo ante el brasileño Corinthians, histórico rival del Palmeiras, mientras que el «Verdao” perdió en 1999 ante el inglés Manchester United en la Copa Intercontinental.
El partido, con mayoría de hinchas del Palmeiras en la tribuna, comenzó movido, con ataques y respuestas de lado y lado, pero con el pasar de los minutos el Chelsea lució más suelto, principalmente por el empuje desde la primera línea del experimentado zaguero brasileño Thiago Silva y en los tiros libres.
Pero el Palmeiras no fue tímido y arriesgó también en los contragolpes, casi siempre impulsado por la potencia del delantero Rony, que no consiguió definir.
Al comienzo del segundo tiempo, cuando se volvían a acomodar los equipos, Hudson-Odoi se proyectó por izquierda y Lukaku superó en el salto a Luan para conectar de cabeza y poner el 1-0 a los 54 minutos.
El conjunto paulista no bajó la guardia y en un ataque el defensa rival Thiago Silva desvió con la mano un balón que sería para el zaguero y capitán Gustavo Gómez. Con el apoyo del VAR el árbitro australiano Chris Beath sancionó el penal que fue convertido por Raphael Veiga en el minuto 63.
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— Chelsea FC (@ChelseaFC) February 12, 2022
En la prórroga, a los 98 minutos, Timo Wermer estrelló un remate en el travesaño de la portería defendida por Wéverton. El gol del triunfo para los «Blues» llegó también por la vía del VAR que alertó al árbitro Beath sobre una cuestionada mano en el área de Luan y en el cobro Havertz decretó el 2-1 a los 116 minutos de juego.
Fue una revancha para Chelsea, que en el 2012 perdió la final de este torneo, precisamente ante un club brasileño. En esa oportunidad cayeron (1-0) en la disputa del título contra Corinthians, último campeón sudamericano del Mundial.
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