La Audiencia de Barcelona ha decidido liberar bajo fianza a Dani Alves, futbolista brasileño condenado por agresión sexual.
La Audiencia de Barcelona decretó este miércoles la libertad bajo fianza de un millón de euros (1.1 millones de dólares) del futbolista brasileño Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual a una joven de 23 años en diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de esa ciudad española, accediendo así a la petición del jugador al considerar que el riesgo de fuga «se ha aminorado». Impone sin embargo una serie de condiciones para evitar que se marche del país mientras se resuelven los recursos contra la sentencia interpuestos por la Fiscalía y por la defensa.
En caso de que abone la fianza y salga en libertad, se le retirarán sus dos pasaportes (brasileño y español) y se le obligará a comparecer una vez por semana ante la Audiencia de Barcelona. Además, no podrá acercarse a menos de un kilómetro (0.7 millas) de la víctima o comunicarse con ella. Alves está en prisión desde enero de 2023 y hasta ahora los jueces habían rechazado todas sus solicitudes de libertad bajo fianza para que no pudiera escapar. Brasil no extradita a sus ciudadanos condenados en el extranjero.
Tanto la defensa como la Fiscalía han recurrido la condena: el jugador busca ser absuelto, mientras que la acusación quiere elevar la pena de cárcel a nueve años. Por el momento no hay fecha para el nuevo juicio en el Tribunal Superior de Cataluña; en última instancia, el caso podría llegar hasta el Tribunal Supremo.
Violación en un baño de la discoteca
Un panel de tres jueces de la Audiencia Provincial de Barcelona condenó al exdefensa del Futbol Club Barcelona y de la selección de Brasil por una agresión sexual ocurrida el 31 de diciembre de 2022.
La víctima contó que Alves la violó en el baño de una discoteca de lujo de la ciudad catalana en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. El tribunal consideró probado que ella no había consentido la relación y que había evidencias de que había sido forzada.
Durante el juicio de tres días celebrado a principios de mes, Alves negó haber violado a la mujer: “No soy ese tipo de hombre”.
La Fiscalía pedía una pena de nueve años de cárcel mientras que la acusación particular reclamaba 12. La defensa del jugador pidió su absolución o, en el caso de ser declarado culpable, una condena de un año y un pago de 50,000 euros ($54,000) a la víctima.
La víctima declaró a los fiscales que bailó con Alves y entró en el baño del club por su propia voluntad, pero luego quiso marcharse y él no le dejó. Según su versión, el futbolista la abofeteó, la insultó y la obligó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
Alves modificó su defensa durante la fase de instrucción del caso, cuando ya estaba detenido. En primer momento negó cualquier contacto sexual con la mujer, y después admitió que mantuvieron relaciones que, según él, fueron consentidas. El futbolista apuntó que su negativa inicial buscaba salvar su matrimonio.
La abogada de la víctima de Dani Alves tras su puesta en libertad por pagar 1M€ de fianza: «No he podido darle una explicación en términos legales. Se trata de justicia para ricos. Se transmite un sentimiento de impunidad». Tremendo pic.twitter.com/YG3uLnXSUS
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) March 20, 2024
Un legado roto
La condena quiebra el legado de Alves como uno de los futbolistas más laureados del mundo. El lateral ha ganado docenas de títulos importantes con varios clubes de élite como Barcelona, Juventus y Paris Saint-Germain. También ayudó a Brasil a ganar la Copa América en dos ocasiones y el oro olímpico a los 38 años. En 2022 disputó su tercer Mundial, el único gran título que no ha ganado.
Jugó en el Barcelona desde el 2008 al 2016 y regresó brevemente al club blaugrana en 2022. Sigue teniendo una casa cerca de la ciudad. Cuando fue detenido militaba en el Pumas mexicano, que rescindió su contrato de inmediato.
Este caso ha sido el primero sexual de alto perfil juzgado en España desde que en 2022 se revisó la legislación para convertir el consentimiento, o la falta de él, en fundamental en la definición de una agresión sexual luego de las protestas por un caso de violación grupal durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona, en 2016.